Algo más de 182 días, veintiséis semanas, muchas horas, demasiados minutos acompañados del tic.. tac... de los segundos, seis meses, en resumen medio año, medio año caminando hacia adelante pensando en ti cada día, medio año mirando hacía atrás para recuperar grandes instantes, medio año de añoranza, medio año de ese dolor que no tiene explicación y que te envuelve en pena, medio año digiriendo suspiros, Te extraño tanto…
Seis meses ya…
Seis meses de mi vida sin la tuya.
Seis meses de mi vida sin la tuya.
Reconozco mi adicción hacia ti, necesitaba verte, necesitaba cuidarte, necesitaba ayudarte, necesitaba formar parte de ti y de tu entorno, nos dábamos dosis de cariño para calmar nuestro mono, no era una dependencia mala, todo lo contrario, era algo sano y puro, monodosis de puro amor, no esa clase de apego que no nos deja vivir.
Te extraño tanto…
Reconozco que al mirar una foto tuya se me agarra el pellizco en el estomago, ese pellizco que te enganchan las entrañas de tu ser y que se convierte en golpe seco porque es el que me hace recordad que no estás. Reconozco que sigo entrado en casa y pienso en llamarte.
Aún tengo cosas por sacar del piso, nunca encuentro el momento de dejar vacía la habitación, lo pienso e incluso me planifico la semana para ir y terminar de hacerlo, reconozco que pese a tu ausencia me gusta visitar lo que era nuestro hogar, aunque tengo que reconocer que ya no es lo que era, está todo empantanado como tu dirías, son seis meses de entradas y salidas intentado organizar, sacar, guardar, tirar…Seis meses que lo que más hago es llenarme de tu esencia, te veo, te imagino, te siento, te hablo, te huelo… Te extraño tanto… Reconozco que este medio año te he tenido tan presente que me parece increíble el tiempo que ha pasado cuando soy consciente de que tú no estás.
Medio año sin ti y a la vez contigo, Te Extraño Tanto…
Un Beso, hasta mañana.
